Artrosis de la articulación del hombro.

La artrosis de hombro es una patología crónica en la que el cartílago articular y el tejido óseo adyacente se degradan, desgastan y rompen. Si trata esta enfermedad con negligencia y no inicia el tratamiento a tiempo, las consecuencias pueden ser bastante desastrosas, incluida la pérdida de las funciones motoras de la mano.

¿Por qué se desarrolla la artrosis del hombro?

El impulso para el desarrollo de la artrosis del hombro es la inflamación de la articulación. Puede aparecer por varios motivos:

Destrucción de la articulación del hombro debido a artrosis.
  • Lesiones. La artrosis del hombro puede desarrollarse debido a una lesión previa en el hombro o a microtraumatismos menores y constantes en el hombro, típicos de los deportistas.
  • Enfermedades vasculares. En caso de patologías vasculares, la circulación sanguínea suele verse afectada, lo que conduce a un suministro de sangre insuficiente a las articulaciones. Como resultado, los tejidos articulares sufren cambios degenerativos, es decir, se desarrolla artrosis.
  • Carga excesiva. Esto suele estar asociado con las actividades laborales de los pacientes (cargadores, constructores).
  • Alteraciones hormonales o autoinmunes. A menudo afectan significativamente los tejidos de las articulaciones y tienen un efecto destructivo sobre ellos. Se trata de enfermedades como la psoriasis, la gota, etc.
  • Herencia. Se ha comprobado que los hijos de padres con artrosis de la articulación del hombro son más propensos que otros a desarrollar defectos articulares. Esto también incluye a las personas que ya nacieron con algún defecto en las articulaciones. Ambos perciben como excesiva la carga habitual que se ejerce sobre sus manos y, por tanto, el proceso de desgaste del cartílago se produce mucho más rápido.
  • Fallos en los procesos metabólicos y el sistema endocrino. Debido a esto, las sales comienzan a acumularse en las articulaciones y los tejidos del cartílago dejan de recibir una nutrición adecuada (fósforo, calcio, etc.) y comienzan a deteriorarse.
  • Enfermedades de las articulaciones. Un requisito previo para el desarrollo de la artrosis pueden ser patologías articulares como artritis, necrosis ósea, sinovitis, etc.
  • Edad. Las personas mayores (de 50 años o más) corren un riesgo especial, ya que los tejidos de las articulaciones se desgastan con la edad, lo que en sí mismo conduce al desarrollo de patología.

Signos de artrosis de hombro.

La artrosis se caracteriza por un largo desarrollo, que a veces no se manifiesta de ninguna manera en las etapas iniciales. Por tanto, hay que tener mucho cuidado con las más mínimas manifestaciones sintomáticas. La artrosis de hombro suele estar indicada por:

  1. El dolor se considera el síntoma principal de la enfermedad. El dolor a menudo molesta a los pacientes por la mañana. Los síndromes de dolor también son más posibles con cambios bruscos de tiempo. Si somete su hombro dolorido a cualquier carga, por ejemplo, levantando algo pesado, el dolor también le recordará a sí mismo. El paciente siente dolor incluso al palpar el hombro. Con el desarrollo de la artrosis del hombro, el dolor comienza a aparecer incluso en una posición tranquila. Este hecho debe tenerse en cuenta: con la artrosis de la articulación del hombro, el dolor puede ocurrir no solo en la articulación afectada, sino que también puede localizarse en el brazo, el codo o la espalda.
  2. Disfunción motora. Debido al dolor, al paciente le resulta difícil hacer frente a tareas aparentemente sencillas por sí solo, como peinarse. Por cierto, esta acción es uno de los movimientos de prueba para diagnosticar la artrosis. Los movimientos de rotación y los intentos de mover el brazo hacia atrás también son difíciles. Si el tratamiento no se inicia a tiempo, poco a poco la articulación del hombro y, en consecuencia, el brazo dejan de moverse por completo y se desarrolla una contractura.
  3. Crujido doloroso, chirrido en la articulación. Suele ocurrir debido a sales depositadas en la articulación enferma (osteofitos). Inicialmente, aparece un crujido débil y crujiente en la articulación enferma; a medida que avanza la enfermedad, se convierte en distintos clics crujientes, audibles incluso a cierta distancia del paciente.
  4. Hinchazón, aumento de la temperatura general y enrojecimiento en el lugar de la articulación afectada. Estos signos confirman la presencia de inflamación en la articulación enferma.
  5. Endurecimiento de la articulación. Este síntoma aparece cuando la enfermedad está avanzada debido a los crecimientos óseos que recubren la articulación.

No pospongas la visita a la clínica si de repente empiezas a sentir dolor en el hombro, especialmente después de un hematoma o una dislocación. De hecho, en las últimas etapas, la artrosis es prácticamente intratable. Tenga en cuenta que es posible que algunos pacientes no presenten ningún signo de la enfermedad.

Síntomas de artrosis de hombro según el estadio de la enfermedad:

  1. El primer grado de artrosis del hombro se caracteriza por dolor matutino y vespertino. El paciente necesita “desarrollar” la articulación antes de que comience a moverse sin rigidez. Un movimiento brusco del hombro o del brazo va acompañado de un ligero crujido, aunque indoloro. En reposo no se observa dolor. El examen radiológico no muestra cambios significativos en la articulación.
  2. La artrosis del hombro en la segunda etapa se acompaña de un dolor más intenso y un crujido claro. La amplitud de los posibles movimientos de la mano se reduce, pero la articulación sigue siendo móvil. La articulación ya ha comenzado a colapsar y deformarse.
  3. El tercer grado es una etapa avanzada y grave de la enfermedad. Los pacientes sólo pueden estrechar ligeramente la mano; el dolor agudo los atormenta constantemente. La propia articulación se inflama y deforma mucho. Incluso se produce una atrofia parcial de los músculos que rodean la articulación del hombro. La articulación sólo puede curarse mediante cirugía. La osteoartritis rara vez llega a esta etapa. Ocurre únicamente en pacientes que no cuidan la articulación afectada y la someten a sobrecargas insoportables.
  4. Etapa cuatro: destrucción absoluta de la articulación y fusión de los huesos. Incluso los analgésicos fuertes no alivian el síndrome de dolor. Esta etapa ocurre principalmente en pacientes de edad avanzada.

Tratamiento de la artrosis del hombro.

El tratamiento farmacológico de la artrosis del hombro tiene como objetivo, en primer lugar, destruir la fuente del proceso inflamatorio y del dolor. Por lo general, su médico le recetará AINE (medicamentos antiinflamatorios no esteroides). En primer lugar, detienen la inflamación y alivian el dolor.

A menudo, con una inflamación grave, los médicos recurren a corticosteroides. Estos son medicamentos antiinflamatorios que se utilizan para el bloqueo de las articulaciones. Este procedimiento consiste en una inyección que se aplica en la propia articulación. Este método es un método de tratamiento no invasivo, es decir, con él no se dañan ni la piel ni las membranas mucosas. Como regla general, esto implica el uso de ungüentos, geles, cremas, etc.

Para la artrosis del hombro también se recetan condroprotectores, medicamentos que pueden restaurar el cartílago dañado, a base de ácido hialurónico, glucosamina y sulfato de condroitina.

Además del tratamiento farmacológico, también se utilizan fisioterapia, tratamiento de sanatorio, masajes y fisioterapia. Este último se refiere a procedimientos de tratamiento con ultrasonido, terapia con láser, fangoterapia, crioterapia y magnetoterapia. Recientemente, el tratamiento de la artrosis con sanguijuelas (hirudoterapia) se ha vuelto bastante popular debido a su eficacia. Los ejercicios gimnásticos terapéuticos, sin sobrecargar la articulación, estimulan los músculos en la medida necesaria, como resultado la articulación se desarrolla y restaura.

Además, al paciente se le prescribe una dieta terapéutica basada en evitar los alimentos demasiado picantes y salados. Los médicos recomiendan comer más alimentos que contengan colágeno: pavo, mariscos, verduras y salmón.

En los casos en que la artrosis del hombro ha provocado la destrucción completa del cartílago articular, se realiza una operación quirúrgica denominada endoprótesis, durante la cual se implanta una prótesis de cerámica, plástico o metal en lugar de la articulación afectada.

La medicina tradicional también ha demostrado eficacia en la lucha contra la artrosis del hombro.

Los remedios caseros suelen ser eficaces como analgésicos adicionales. Recuerde, no pueden restaurar una articulación del hombro afectada por artrosis. Esto requiere tratamiento médico bajo la supervisión de un médico.

Compresas

Hervir avena (30 g) en dos vasos de agua durante unos 10 minutos. Remoje un trozo de gasa doblado en varias capas con la solución resultante y aplíquelo en los puntos doloridos durante al menos media hora.

Una compresa de jugo de repollo ha demostrado ser un buen analgésico. Se suele realizar todas las noches, dejándolo sobre la articulación dolorida hasta la mañana.

Simplemente puede aplicar hojas de col untadas con miel en la articulación afectada por la noche.

frotando

Infundir raíces de helenio (50 g) con vodka (125 ml) durante un par de semanas. La mezcla se debe frotar sobre las articulaciones doloridas.

Deje las raíces de angélica (15 g) durante media hora, vierta agua hirviendo sobre ellas. La solución colada se debe frotar en las zonas afectadas de 3 a 5 veces al día.

baños de hierbas

Puede agregar varias decocciones e infusiones de hierbas a un baño lleno de agua. Los conocedores notan el efecto especial de los baños con decocciones de mostaza, polvo de heno, menta y bardana. Dichos baños deben tomarse antes de que el cuerpo esté completamente vaporizado y luego, después de frotar las articulaciones, el paciente debe acostarse, cubierto con una manta tibia, para que el cuerpo retenga el calor por más tiempo.

Ungüentos

A la vaselina normal hay que añadir 15 g de meliloto, lúpulo y hierba de San Juan. La mezcla resultante se debe frotar regularmente en el área de la articulación.